25 de enero de 2009

El misterio de la pirámide de Keops

En Egipto, en la Meseta de Giza se alza la Gran Pirámide de Keops, la única de las 7 maravillas del Mundo Antiguo que aún hoy permanece en pie. De acuerdo con los libros de historia, la Gran Pirámide fue construida por el Faraón Keops en la IV dinastía, hacia el año 2.400 antes de Cristo, como tumba para su cuerpo ya en forma de momia.
Pero si se analiza sólo un poco veremos cómo esta hipótesis no cuadra con los datos que este inmenso monumento nos da aún hoy, y es que Keops entraña más de un misterio sin resolver, nuestra ciencia y tecnología actual no consiguen desvelar ninguna de las dudas, es más, generan nuevas incógnitas y reafirman las ya generadas.


La mayor incógnita de todas es quién construyó realmente la Pirámide, ya que parece imposible que los más de 100.000 trabajadores que supuestamente construyeron la Pirámide en 20 años fuesen capaces de desplazar bloques de entre 2 y 60 toneladas a lo largo de 1000 Km. desde las canteras de Aswan sin vehículos ni ruedas, sencillamente con unos esquís para deslizarse por la arena, pues el faraón murió con tan solo 23 años. Igualmente parece imposible elevar estos bloques a una altura de 150 metros sin la ayuda de ninguna clase de poleas, teóricamente se crearon rampas de arena, aunque no se explica cómo. Y el colmo de esta ilógica teoría es la necesidad de colocar un bloque de piedra cada 3 minutos y medio durante 20 años para terminar la Pirámide. Además nunca se encontró la momia de Keops dentro de la Pirámide.

Existen 2 explicaciones esotéricas para la construcción de semejante monumento, ambas se apoyan en curiosidades inexplicables, como la perfecta orientación geográfica de sus lados, Norte, Sur, Este y Oeste, así como la orientación de sus pasadizos a diversas estrellas descubiertas en la era contemporánea, o a los increíbles cálculos matemáticos de sus longitudes que permiten hallar el número pi, o calcular la distancia al sol, la densidad de la tierra, su forma y distancias hasta los polos y el centro de la Tierra. ¿De dónde extrajeron los egipcios este conocimiento tan preciso?



La primera teoría está basada en la creación por parte de los sabios de la Atlántida de dichas construcciones, así como de las pirámides incas y mayas. En teoría el planeta goza de ciclos vitales de casi 26000 años, y en su punto medio (Año 13000) se logra la máxima sabiduría, en éste momento se produce un cataclismo y todas las razas de la Tierra se extinguen. Este cataclismo provocó la destrucción de la Atlántida, pero sus habitantes, conscientes de la realidad que se avecinaba decidieron salvar la raza humana, creando así campos magnéticos especiales que protegieran al ser humano del cataclismo, las Pirámides serían las construcciones necesarias, y todos los conocimientos que adquirieron las culturas egipcia, inca y maya fueron transmitidos por los padres de la Atlántida a las tribus de dichas zonas, que en lugares extremadamente separados obtuvieron ideas, concepciones y conocimientos muy similares, de forma casi inmediata, sin haber sido precedidas por importantes culturas. Estas teorías afirman que en el año 2012 llegaremos al final de este ciclo vital de la Tierra, y pasaremos a la 4ª Dimensión.

Por otro lado la teoría extraterrestre es la que más seguidores tiene y la que se basa en teorías más lógicas o prácticas, un fragmento cilíndrico de madera que se demostró científicamente que pertenecía a un bloque de granito que se encuentra en la entrada y sirvió como sistema de cierre fue encontrado en uno de los pasadizos de la pirámide, tras ser sometido a la prueba del Carbono 14 se descubrió que el fragmento pertenecía al año 2016 después de Cristo... ¿Quiere decir eso que viene del futuro? El propio sistema de cierre de la entrada ha sido analizado y parece que los agujeros para introducir los cilindros de madera han sido hechos con extrañas brocas que deberían tener un nivel de Dureza 500, el material más duro conocido es la vidia, o diamante sintético, y su nivel de dureza es 11. Una tribu situada al nacimiento del Nilo, y anclada en la prehistoria llamada Dogones afirma que hace diez mil años, una extraña "arca" de luz vino del cielo. De ella salieron unos seres mitad pez, mitad hombre llamados "instructores" y decían venir de una estrella llamada Potoolo (Sirio B). Contaban que en ese sistema estelar, había una estrella de gran magnitud llamada Digitaria (Sirio A) y que Potoolo rotaba al rededor de Digitaria en un tiempo de 50 años. También decían que una simple cucharada de la estrella Potoolo, pesaba más que todo nuestro planeta.
Según las comprobaciones científicas que se hicieron al respecto, los Dogones, conocían exactamente el sistema estelar binario de Sirio, cuando este se descubrió por primera vez en el año 1824 y se pudo observar en 1864 con un telescopio. Por otro lado, en 1972, se comprobó que en efecto, la estrella Sirio B, tiene un periodo de 50 años alrededor de Sirio A. Y para mayor asombro, hace tan solo cinco años, se pudo analizar mediante un sistema espectral, la densidad que tendría la estrella Sirio B, dando casualmente una "dureza 500". Por otro lado, en los años cincuenta se descifraron tablillas de arcilla descubiertas en la ciudad Sumeria de Niniveh (hacia el 2550 a J. C.); hablan de las pirámides como contrucciones 6.000 años más antiguas que los Egipcios. Según ellos eran balizas para lo que hoy llamaríamos ovnis. Estos textos vienen avalados al hablar también de la Tierra como del séptimo planeta, contando hacia el Sol, lo que tiene su mérito si tenemos en cuenta que Urano se descubrió en 1781, Neptuno en 1846 y Plutón en 1930.

Esta pirámide también es famosa por conservar parte de su revestimento, dando lugar a más datos para los estudios.

18 de enero de 2009

Nuevo concurso

Hemos entrado en un nuevo concurso de www.shannendoherty.es tienen el cuadro de votaciones en la sidebar, competimos con blogs como:
De chicas lindas, o El blog de Patrizia un concurso entre buenos amigos, y, que gane el mejor.


9 de enero de 2009

La Wii, además de para jugar...


Como no podía ser de otra forma, Juan González Gómez, doctor en Robótica en la Universidad Autónoma de Madrid, es un apasionado de los robots. De hecho, ha diseñado Cube Revolutions, una máquina modular que aunque carece de ruedas o patas puede desplazarse mediante ondulaciones de su cuerpo. Sin embargo, lo que está lanzando a la fama a este investigador es un discreto vídeo –eso sí, visto por decenas de miles de internautas y colgado en innumerables blogs–, en el que controla un pequeño robot con la Balance Board, una cibertabla de ejercicios diseñada para la consola Wii de Nintendo que detecta los movimientos del cuerpo. En las imágenes se aprecia cómo González se sube a ella y, casi por arte de magia, el ingenio, que está conectado a un ordenador que a su vez recibe la señal de la tabla, se desplaza en la misma dirección en la que se mueve este ingeniero.
El efecto es espectacular, pero en realidad se trata sólo de uno de los exóticos usos que puede darse a esta consola. Y es que la Wii no sirve únicamente para jugar de una manera diferente, sino que su tecnología, en concreto la de su mando, ha resultado ser un filón de ideas para numerosos científicos. “La primera vez que vi el mando aluciné y al día siguiente me compré uno”, confiesa González, que trabaja en un sistema de transporte personal parecido al Segway –un vehículo eléctrico de dos ruedas–, pero basado en la Balance Board.
La clave de buena parte de todo se encuentra en las tripas del mando principal de la Wii, el Wiimote, una bomba tecnológica que apenas cuesta cuarenta euros y está siendo aprovechado por no pocos cerebritos para desarrollar sus propias creaciones. Seguramente, el que más notoriedad ha obtenido es Johnny Chung Lee, un investigador de The Human-Computer Interaction Institute de la Universidad Carnegie Mellon, en EE UU, que ha desarrollado varias tecnologías pioneras sirviéndose del Wiimote. Es el caso del sistema Wii Head Tracking, que detecta el movimiento de la cabeza del usuario, lo que permite crear fácilmente entornos tridimensionales. Además, Chung ha ideado una tecnología de pantallas plegables que por su sencillez resulta aún más impresionante. Se trata de unir un proyector a un Wiimote y colocar en las pantallas pequeños receptores de infrarrojos.
La videoconsola ha demostrado tener importantes usos alternativos relacionados con la medicina, como la rehabilitación de afectados por accidentes cerebrovasculares. En EE UU, algunos hospitales también utilizan estos dispositivos para acelerar el proceso de recuperación de las personas que han sufrido fracturas óseas y para entrenar a futuros cirujanos. De hecho, Nintendo tiene a la venta un juego llamado Trauma center, en el que el jugador tiene que realizar complicadas operaciones simuladas en quirófano para salvar la vida de sus pacientes.
Parece increíble la capacidad de una Wii para resolver problemas de todo tipo.